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Motivación, Rentabilidad y Productividad

“En la cocina al igual que en casi todas las demás artes, no vale teoría sin práctica, y hasta el que conozca todos los resortes culinarios de memoria será incapaz de preparar un buen guiso si jamás se ha puesto el delantal. La cocina comporta tantos disgustos, inquietudes e incluso peligros que hay que honrar a quienes la practican”, recogía en su Manual de Anfitriones, Grimod de la Reynière, uno de los primeros periodistas gastronómicos de la Historia.

Sin duda, la cocina requiere mucha dedicación y sacrificio, motivación y compromiso, esfuerzo e implicación, sensibilidad y sentimiento, ilusión y emoción, vocación y conexión, comunicación y coordinación, pero, a su vez, también aporta en quienes se dedican, satisfacción, autoestima, convicción, seguridad y pertinencia de grupo. Al igual que ocurre en “todas las demás artes”, una de ellas, la gestión del capital humano en las empresas.

La gestión del capital humano en las empresas es una variable que puede producir beneficios o pérdidas. No importa si es una empresa relacionada con la hostelería y restauración o pertenece a otro sector. En todas, como empresarios, debemos conseguir que se obtengan niveles máximos de “rendimiento físico y mental” y de “estado de ánimo” del equipo humano.

Todos los miembros del equipo son igual de importantes y necesarios. Todos quieren hacer bien su trabajo. Como poco, una tercera parte de nuestro día lo vivimos en la empresa, con la “familia del trabajo” con la que muchas personas comparten más horas que con la familia propia. El ambiente que se cree en el lugar de trabajo determinará el rendimiento y la productividad del equipo.

Hay que crear espacios de trabajo donde las personas que lo comparten se encuentren motivadas e ilusionadas de ir a trabajar. Donde se les exija con respeto y educación, pero se les valoren sus capacidades y competencias. Hay que crear un ambiente de profesionalidad. Las tareas son retos y los retos despiertan el interés, nos alejan del aburrimiento mental, aumentan nuestra motivación y focalizan nuestra atención mejorando la confianza y seguridad en nuestras capacidades para superarnos.

Los equipos altamente motivados son más resolutivos, eficaces y eficientes, lo que se convierte en rentabilidad para la empresa. Un índice elevado de rotación de personal en una empresa es un indicador negativo de la gestión de los recursos de personal, a su vez, que un incremento de los costes entre altas, bajas y períodos formativos, mientras que un valor elevado de la productividad por empleado, es decir el retorno en unidades monetarias de este coste que trasladamos a las ventas, es un indicador positivo a valorar en la tarea de gestores de equipos humanos para mejorar la eficiencia de los recursos necesarios utilizados para alcanzar un nivel de producción determinado.

En la cocina y los servicios de restauración que existe un alto número de ingredientes anímicos en la interacción con el cliente para intentar transmitir una sensibilidad de la propuesta de contenido, del espacio, del ambiente y, a su vez, se convierta en una experiencia de sensaciones y emociones. Aquí los estados de ánimo del equipo humano son muy importantes para transmitir en su desempeño esos niveles de alegría e ilusión, porque en verdad “En ese trabajo está feliz”.